BREVET 200K (Huesca)

Buenas Compañeros, en esta ocasión vengo a daros la “vara” con la brevet de 200 kilómetros, la pequeña de las hermanas pero no por ella deja de ser dura  ….. y mas cuando ruedas en un pelotón con gente muy fuerte, como tocó en esta ocasión.

Esta brevet partió de la localidad de Huesca, concretamente se reunió a la centena de participantes en el bar “BAR-ATO” allí la mayoría nos inscribimos sobre la marcha, con estas medidas nuevas del covid-19, un poco agobiantes, aunque muy necesarias.

Allí me encontré a varios miembros del club que habían preparado con mimo esta brevet, por el contrario, el que suscribe fue de rebote, ya que según una de las normas para que no te pongan el contador a cero de los kilómetros homologados es que al menos en el año tienes que realizar una brevet de 200, este año iba a estar cargado de kilómetros y prueba, y resulto estar cargado de desgracias y muchos intentos sin resultados.

Un desfile de bicicletas, cabras, aeros, escaladoras etcétera,  y radounneurs inundaron la calle por unos minutos para tomar la salida en grupos de unos diez participantes con una separación horaria de alrededor de cinco minutos o quizás algo  más, en este caso no importa quien es el primero o cuanto tiempo hagas en tus 200, importa estar dentro del limite horario y disfrutar de esos centenares de kilómetros, sin olvidarte de sellar correctamente tu carné de viaje.

Se respiraba ese ambiente, este año 2020 tan buscado y pospuesto para el siguiente año 2021 en todos sitios. Se dio la salida al grupo, el ritmo de salida fue moderado hasta salir de la capital, nada más salir a carretera abierta, se notó un incremento de la velocidad de rodaje, lo que hacía presagiar que sería a buen ritmo. Ya dirección a Loarre, primer punto de control en el kilómetro 31,6, el ritmo era vivo, carretera estrecha sin apenas arcén ni tráfico, se llegó a este punto de control sin novedad alguna en apenas una hora de rodaje. El sellaje se realizó en una panadería, en la cual se aprovechó, aquel que lo creyó conveniente, para comer una buena napolitana o similar, una vez repuestos de agua y comida se reanudo la marcha, se impuso ritmo de bajada fuerte hacia la localidad de Ayerbe, componentes del grupo aprovecharon para despejarse y estirar piernas.  Empezó un terreno rompepiernas carreteras estrechas de pave aragonés (rotas y bacheadas) con tráfico denso  de motos , empezaron esos sube y baja ,que no nos abandonaría hasta las Pedrosas siguiente punto de control, en el kilómetro 73,5, de nuevo ritmo fuerte.

Se pudo sellar en el mismo bar, sin olvidar las medidas covid19, se aprovechó para tomar avituallamiento líquido, ya que el sólido fue imposible.

Después de haber realizado lo que cada uno creyó conveniente, nos dirigimos hacia el siguiente punto de control, al girar hacia la población de Gurrea de Gállego hizo aparición frontalmente el viento de bochorno que era molesto a la par que incrementaba el desgaste físico. El grupeto comenzó con una “rueda” de relevos a una velocidad alta, al menos para mis piernas hasta que finalmente un servidor se descolgó, para volver al grupo en una mini parada que se efectuó para el reagrupamiento de todos los componentes, ¡¡ Hay que ver como rodaban en el grupo!! Sin cadena iban, haciendo gala de una potencia extraordinaria.

 

Gracias al refugio consentido que me ofreció el grupeto  frente al viento que castigaba , pude llegar con cierto pundonor y mucho dolor de patas al siguiente punto de control en Fraella kilometro 130 de la brevet, aquí mis depósitos estaban en rojo y necesitaba comer algo mas solido que alguna barrita y un gel, para mi mala suerte no había lugar para ello, puesto que el punto de sellaje era gracias a una chica voluntaria que con un sello bolígrafo y sentada en su silla sita delante de la fuente de la plaza del pueblo nos ofrecía el material para estampar en el carne de ruta lo necesario.

A la altura de Alberuela de tubo kilómetro 147 aproximado de la brevet , me descolgué del grupo las fuerzas ya estaban mermadas para rodar al ritmo dentro del grupeto que iba rodando siempre como mínimo a 30 kilómetros hora , en esta población pregunte por el bar y tuve la suerte de encontrarlo abierto, pocos kilómetros quedaban hasta Peralta de Alcofea que era el último punto de control kilómetro 159,7, pero necesitaba comer algo pues empezaba a notar como el hombre del mazo rondaba por mi lado, y sobrevolaban buitres por encima .

Una tapa de mejillones y un refresco cambiaron la cara al pedaleo para llegar al punto de control, donde era de esperar estaban todos descansando, que fui recibido con una gran ovación que se agradece.

Allí estaba todo el grupo, no me atrevo a nombrarlos por que seguro que con lo desastre que soy para los nombres me dejaría alguno, pero constancia existe en fotografía de tan fuerte grupo.

Una vez que me bajé de la montura, entre en el bar y como todos pedí un bocadillo y algún refresco, para reponer fuerzas del todo y pegar junto con el grupo el ultimo tirón, hasta el último punto de control la ciudad de Huesca. Rodando de nuevo con ritmo fuerte, a falta de 20 kilómetros decidí descolgarme del grupo, ya que era imposible rodar al ritmo impuesto por el grupeto, ya más tranquilo llegué a Huesca donde unos cuantos errores del gps y el desconocimiento de esta ciudad, me hicieron realizar una bonita ruta turística, que como no, es parte del juego.

En resumen, un buen día de ciclismo con gente admirable de este gran club, a pesar de este mal año para un servidor fuera de forma y motivación.

 

 

El Conde Del Bravial